S I L E N C I O
Rodeado de sonidos,
solo,
en aquel momento audible,
único e irrepetible.
Yo y él.
Mi ayer vuelto presente,
sin pálpitos
y en paz.
Yo y el futuro inmediato:
ese instante próximo,
fugaz e insalvable.
El silencio extremo
como un aliado desaconsejado,
poco buscado.
Aislado.
Rodeado exclusivamente
por mis sonidos naturales
-como único ruido-,
me siento protegido,
armónico.
Gustavo D´Orazio
Recupero este poema, después de leer el trabajo del colega y amigo Juan Carlos Ortega. Abrazo desde la Argentina. Su post en: www.juancarlosortega1.blogspot.com.
3 comentarios:
"Rodeado de sonidos, solo"..., qué razón tienes, amigo Gustavo... y la compañía de nuestros sonidos.
Un abrazo.
Acabo de leer tu poema y tu comentario, cinco días después de su publicación. Pero más vale tarde...
Me gusta tu poema, y me resulta emocionante la conexión con el que yo escribí.
También yo te mando un abrazo desde España. Y, por supuesto, una sonrisa.
Gracias por el enlace con mi blog.
El silencio, así como la soledad a veces, son excelentes compañeros.
Abrazo, Gus.
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