Cuatro Corazones
Tréboles verdes,
de cuatro hojas,
eran los que buscábamos.
En el jardín de otoño
nuestras blancas manos,
descubrían corazones:
cuatro corazones vegetales,
cuatro corazones verdes,
puramente verdes.
Esto dominó otro tiempo.
Un tiempo que el calendario apresurado
se empecinó en borrar.
Y las manos -entonces- dejaron de hurgar;
los tréboles de crecer
y traer la buena suerte.
¿Habrá que volver a buscar tréboles,
tréboles de cuatro hojas,
de cuatro corazones verdes?.
En el jardín de otoño,
despojado de flores y bañado por un suave rocío,
mamá y yo ya no lo hacemos.
Gustavo D´Orazio
El próximo domingo, en la Argentina, se conmemora el Día de la Madre. Si bien parte del "mercado" y "el consumo", es hermoso recordarlas. Con ellas hemos compartido diálogos, días, penas y alegrías; discutimos, nos reconciliamos, nos ayudamos y volvimos a pensar en la fuerte relación de madres e hijos...
Desde la Argentina, un refugio para quienes deseen indagar en el imaginario de un amante de la palabra... Literatura, periodismo; fusiones e invenciones en un océano virtual que jamás pensé integrar.
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He naufragado en un mar de recuerdos.
Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.
Estar ROTO DE AMOR, duele.
G.D.
1 comentario:
Es precioso el poema, Gus. También a ti te inspira el otoño y su melancolía.
Un abrazo para ti y para todas las madres.
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