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Lágrimas negras Sobre un rostro pálido Manchan el labio partido GD/2018 ... #NoALaViolenciaDeGénero #NiUnaMenos #NoALaViolencia
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Divina está marrón, ya. Quedó anclada al sol de Saint Tropez, años 70. Su pareja, igual. Discursean sin parar. No puedo seguir el movimiento veloz de labios, dedos y pitadas aceleradas. Discuten. Toman más sol. Fuman. Se sienten divinos y... lo exhiben.
Divina habla. Siempre de ella. De ella. De ella. Ella. Ella. "¿Estuve bien?"... "Nadie me escucha, ni me contesta". Yo soy Ella. Yo. Yo. Yo. Yo soy... DIVINA. Ni su pareja, DIVINO, la oye.
Los DIVINOS fueron a terapia d pareja. Una sesión y al finalizarla, tras 60 minutos eternos, el PSI, Migral mediante, debió decirles q ante tanto narcisismo se había sentido desbordado e imposibilitado d aportar algún interrogante, pues ambos ya sabían las respuestas de antemano.
Sin preguntas ni respuestas, los DIVINOS alimentaron su ego, engañándose una vez más. "Qué se creía ése. Dudar de nosotros", afirmaron.
Cervezas, unos puchos y a nadar en el ombligo propio. En vez del tú y yo, de antaño... Un yo y yo, para toda la eternidad. A tomar sol. Sol.
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Un tuit...
Nadie
"lucha" contra el cáncer, lo padece, se somete a tratamiento, trata
de mantener cierto optimismo, pero no "lucha". Y si muere, no
"perdió" y no es su culpa. Ya, caramba.
Mi aporte:
El concepto de "lucha" es muy antiguo y noble como metáfora, pero también remite a "guerra, victoria, perdedores y ganadores". Hace tiempo que se busca evitar esas analogías en el periodismo. No se cumple.
Por experiencia propia, estar en diálogo con cualquier enfermedad es preferible a enfadarse. Si se habla de cáncer se aplica "lucha"; con otras dolencias, no. Más te opones a una afección, más difícil será asumirla y tratarla. Los enojos intoxican.
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