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He naufragado en un mar de recuerdos.

Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.

Estar ROTO DE AMOR, duele.

G.D.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Rosa, verde y dorado

Europa...así es (II)

Cuánta historia por revisar…y qué impactante resulta estar, ver (e interpretar “in situ” ) los lugares, los recintos, que cobijaron acontecimientos esenciales de la vida europea, con su incidencia en todo el mundo.

PARIS (Francia): la capital del turismo internacional, junto a Roma, las ciudades más visitadas del planeta, hoy.

Bella, recoleta, exagerada en sus dorados y oros; en sus palacios y palacetes, en su Versalles rosa y verde. Rosado, en las paredes (revestidas de espejos y telas) y verde, en unos jardines hermoseados con flores y laberintos de arbustos, verdes, muy verdes…

Todo aquí es “muy”. Muy caro, muy cuidado, muy recorrido, muy controlado y muy bien mantenido para atrapar a millones de turistas, de viajeros…

El casco histórico parisino, da señales de su larga vida. Napoleón, el Arco del Triunfo (en cuántas películas fue protagonista), los reyes, María Antonieta, los Campos Elíseos, la Torre Eiffel (hermosa, de día y de noche: con show de luces propia…una postal que me emocionó hasta hacerme correr alguna lágrima, a mis 50 años de edad), el Louvre (atareado y sin pausas, con guías multilingues; merchandising, más guías, folletos, itinerarios abreviados y extensos, decenas de obras extraordinarias y la vedette: pequeña y resguardada, distante y oscura: Mona Lisa, de un genio (Da Vinci) enorme, que posee otras piezas mucho más rotundas), el Lido, Dior, Notre Dame (en 2013, cumplirá 850 años; empezarán, para los festejos, a remozarla; se la notaba mal iluminada y falta de limpieza aérea como en sus añejos paredones, internos y externos), el Sena, Montmartre y más... Todo, conservado y circunvalado para el turismo internacional que disfruta, lejos de la verdadera Francia. La del almacén, el banco, el quiosco, el vecino, porque en ese sector, al que llevan a los turistas en grupos gigantescos (particularmente asiáticos) no hay nada de esto…es como un burbuja, aislada de la actualidad, apenas contaminada por el presente, por los vendedores de souvenires, vigilada y aseada con frecuencia, embellecida por flores y macetones, dorados a la hoja y,,,



La verdad de estos tiempos hay que buscarla en otros circuitos. Lo intelectual, la inmigración, la impronta sensible y las costumbres culinarias (y de diseño) deben ubicarse por los márgenes.

Hay elegancia y perfumes -como ecléctica indumentaria- de excelencia; hay arte ultramoderno, audacias arquitectónicas y bohemia, petit cafés, librerías y galerías muy atractivas, que merecen ser apreciadas.

La Toma de la Bastilla (y otros movimientos reivindicatorios) se explica al recorrer la suntuosidad y desparpajo de estos sitios, algunos construidos para las amantes públicas, y publicitadas, de gobernantes, generales y nobles…

Hoy, Francia, practica un turismo vastísimo, diversificado entre lo histórico-político; lo religioso, lo cultural y lo educativo.

Me empalagó tanto rosa, raso y oro. Me atrajo, más, lo periférico de ese centro que opera como la ciudad del filme “THE TRUMAN SHOW”, haciendo pensar -entre los apuros y horarios extremadamente exactos, cuando te movés en un contingente de 60 personas- que esa es la Francia…Conviene saborear lo visto y repensar lo escuchado o leído, sin prisa; con más tiempo, volver a postales y fotografías, y analizar el periplo galo, lejos del pasaporte y el equipaje.

Nota: escasos sanitarios, la mayoría con abono previo de hasta un euro...Pero no sólo en Francia; en otras ciudades europeas es idéntico. PARIS, CIUDAD LUZ...hasta un próximo tour.

1 comentario:

joseAntonio Bejarano dijo...

¿Cómo?
Londres, París...
sí, muy bien, pero... ¿y Madrid? ¿y Barcelona? por no decir ¿y Roma y Florencia?
Supongo que habrá sido un grato viaje por esta depauperada Europa.
Feliz estancia en el Más Acá :-)
Un abrazo, amigo