MUERTE VERDE
Yace verde,
mutilado y trozado
sobre la vereda.
Descansa. Mirado y esquivado
por los niños de la cuadra.
Tomás, con su triciclo.
Aldana, con amigas,
juegan cerca…
sin advertir
el cadáver.
Está entre ellos.
Corren alegres;
esquivan ramas y hojas
aún verdes;
sin oír su voz:
una voz pura y definitiva.
Lo corren y apretujan,
entre el cordón y la calle.
Lastimado por autos y bicicletas,
se ha ido quebrando,
y aunque mancillado y olvidado,
un retoño verde
pugna por ganar la luz.
Un duelo entre vida y muerte,
que concluirá pronto.
Cargado por el barrendero
será triturado hasta el fin,
transformado en polvo y astillas.
G.D. 2008
1 comentario:
Bellísimo poema, Gus.
Siempre me ha preocupado la salud y la muerte de las plantas.
Hace varios años me publicaron en una Revista de Poesía, un poema sobre el tema titulado "Eran seis abedules"
Un placer saludarte y leerte
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