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He naufragado en un mar de recuerdos.

Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.

Estar ROTO DE AMOR, duele.

G.D.

martes, 19 de junio de 2012

Casa vacía

Hule multicolor



Ya no queda nada.
Ni el sifón, ni las flores.
Sobre la mesa,
aquellas manos presurosas
y cálidas
fueron reemplazadas por la ausencia.


Una ausencia multicolor de hule,
que huele a viejo, a humedad.

Perdida la familia,
el pan,
el delicioso sabor del tuco,
la mesa sólida,
confiesan soledad.

Otrora,
manos apuradas,
alistaron el mantel de frutas,
sirvieron platos
y degustaron palabras, vino y dolor.

Comidas sabrosas,
comidas rápidas,
han sido olvidadas.

El mantel de hule cubre la edad del romance,
la edad del quehacer,
de cocinar y comer
con el otro,
con los otros.

Ya no queda nada ni nadie en la casa.
En la mesa,
ni el sifón, ni las flores;
únicamente el mantel de hule
impregnado de humedad.



Gustavo D´Orazio. Junio de 2010.

Inspirado en una fotografía, un fotograma, del filme argentino “CARANCHO”, (Trapero/Gusmán/Darín) que fija una escena de encuentro, pese a todo, 
entre los protagonistas.

1 comentario:

María Socorro Luis dijo...

Soledad, ausencia.

Añoranza de tiempos que fueron.

Abrazo Gus.