Apuntes previos a un texto
Me gusta desnudar/compartir el modo en que pergeño una idea, un trabajo…
Antes de iniciar-finalizar “la obra” -aunque puede suceder que nada se cristalice o me convenza-, aparecen las notas, los pensamientos e investigaciones…
No todos los escritores proceden de la misma manera. Están los que piensan primero y luego escriben; también los que escriben y después van repensando cada línea o tramo, cada aporte; finalmente, están los que mientras escriben piensan y corrigen, puliendo lo que podrá (o no) ver la luz…y llegar a un lector.
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El tema surgió en una charla de café. Entre risas, recuerdos y autores, cruzamos literatura con nuestras ganas de crear una nueva “complicidad”…y de la bella durmiente, la dormida, pasamos al masculino…al DURMIENTE. ¿Qué elaboraríamos Oddo, Morante y Yo, sobre este “disparador”…Recorran los blogs: www.bocaquevuela.blogspot.com
y www.patri-kemamell.blogspot.com
para comprobar la imaginación hasta dónde llegó…
Por mi parte, les confieso que el durmiente podría ser un personaje truculento o misterioso; taquillero para los productores de este Hollywood devenido en generador de héroes, cuyos rasgos son modelados por la asistencia de programas informáticos en el era digital…
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Anoto: ¿Qué espera el durmiente? ¿A quién aguarda? Su rostro ya muestra signos de agotamiento. Si pronto no lo reviven o resucitan o, simplemente, lo despiertan pasará de un sueño a ese otro: eterno y sin retorno…
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Retomo una idea ya trabajada por mí: Lo dormido, lo latente, lo que espera para irrumpir…Recuerdo mi poesía mínima “Súplica”.
Duermes.
Agazapada detrás del espejo,
aguardas el instante preciso.
¡Suerte! :
¿Quién te ha condenado a serme esquiva?
Despierta.
Atiende mi llamado.
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Días antes del encuentro en el café de Morón, había escrito:
S/T
Damián (*).
Un muerto vivo o un vivo adormecido, casi muerto,
jamás imaginado por George Romero
ni los historietistas de Marvel.
Vivo:
para quienes lo sienten próximo,
oyen y perciben;
mas para los que olvidaron su voz,
rostro y manos,
deseos y necesidades,
hambre y sed,
risas y lágrimas…
un muerto vivo
que solo deambula.
Damián
busca vivir y no dormirse;
él no quiere matar ni ser un
devorador de cuerpos
y almas.
(*) Damián es ese joven inocente y triste; perdido, aburrido, singular… que apela al vacío, a la soledad, buscando no ser visto, cubriéndose de tatuajes, humo o sustancias baratas que lo enajenan y tornan más visible, aunque él piense lo contrario, en una paradojal incongruencia de sentidos.
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Refuerzo mis anotaciones con: “El durmiente es un muerto vivo o vivo adormecido, casi muerto, que se conecta con otros durmientes
y protagoniza una vida paralela, intra-mental, mezcla de realidad y sueño”.
Pierde el deseo, la ilusión, el rumbo y deambula, sin más; a veces extraviado, otras lúcido...y pena...y rueda, rueda...
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Otros posibles "durmientes"
Variedad o tipos
Aquellos que vegetan. Aquellos que no se atreven. Los que exageran la siesta o prolongan la noche (¿negándose al acto de dormir?) hasta rozar el medio día o la media tarde. Los que ya no se juegan, ni saben para qué viven o cuál es el sentido de sus días…
Estos son distintos a los muertos-vivos, a los zombies del cine… Son seres humanos que deberían preguntarse qué son, quiénes son…
Los durmientes ocupan, otras veces, una cama en un hospital o clínica, un banco de estación ferroviaria, la intemperie de un espacio público; perdieron las ganas de sonreír y hasta la esperanza…
Para ellos no existe, ya, la princesa de cabellos azules que los devuelva a la vida...aunque un beso en la frente, sobre los labios, aliviaría ese estado de somnolencia.
Post original del año 2012, sutilmente retocado.
3 comentarios:
Muy interesante, Gus. Asombrosa tu multiactividad,
Besos desde el frío.
Qué inspirador este tema del durmiente.
Me imagino al que duerme intentando buscar en el mensaje de los sueños, el sentido de su vida despierto.
O al que duerme para vivir lo que no puede vivir en su vida cotidiana.
Etc, etc.
Muy sugerente, sí.
Un abrazo, amigo.
Cuántos caminos, cuántas posibilidades, qué inspirador abanico has desplegado, prolífico amigo.
Gracias por tanto.
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