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He naufragado en un mar de recuerdos.

Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.

Estar ROTO DE AMOR, duele.

G.D.

viernes, 20 de febrero de 2009

(Entre Medios)



La realidad y los contenidos de la TV no han cambiado demasiado. "Gran Hermano", parece que vuelve por TELEFE...y "Jackass" no deja de pasarse en el cable y, tras su arribo al cine, no deja de tener visitantes en el Youtube. Otros artículos (o frangmentos de notas), publicados en 2004, analizaban ambos fenómenos sin saber que se prolongarían hasta la actualidad. Más y distintos realitys, sobrevinieron luego. Confusiones, éxitos, caídas y miles de horas de TV para olvidar, aunque...¿es posible no recordarla?. "Ver no significa asentir", dijo en aquel momento Beatriz Sarlo. Ver un programa de televisión no conlleva su aprobación; al contrario, debe verse para podérsolo analizar. De allí que, tanto GH como Jackass (u otros símiles) impacten en la sociedad, sea uno público o no de ellos.
Sus motores, lenguajes y "modelos o formatos", han cambiado el paradigma de la producción y la programación televisiva internacional. Argentina, no es la excepción.
Escribir y analizar (reflexionar) sobre los medios de comunicación, es no sólo un interés personal, sino un tarea profesional que desarrollo con pasión.
Sé que ningún medio (empresa) es inocente. Menos, espacios como éstos. Hay que seguirlos con cautela y tratar de interpretar qué le dicen a la gente, cómo y por qué.
Los posteo en el BLOG, por su vigencia. G.D.

"Gran Hermano"
¿La Vida en Directo?

"...Teatro. Falsedad bien ensayada. Estudiado simulacro.
Fue tu mejor actuación. Perdona que no te crea, lo tuyo es puro teatro..."
C. Curet Alonso


Frente a una cámara nadie es como es. Ese ojo que domina los carteles promocionales de Gran Hermano (TELEFE) mira al transeúnte apurado-apremiado, prometiéndole ser su mirada más indiscreta.
Un ojo sabio, omnipresente y ágil, que divisará todo lo que acontezca dentro de un hogar-experimento, compuesto por 12 almas (jóvenes, con buena apariencia -imagen-, sanos, heterosexuales, etc.
Sin embargo, la cámara (en verdad, "las múltiples cámaras que se emplean") es apenas un instrumento de captación y registro fugaz, que puede o no perpetuar el instante, al menos para la televisión abierta.
Un rostro, una sonrisa, un encuentro, una pelea, un diálogo, un baño, un eructo (por no mencionar otros sonidos y debilidades humanas), serán seleccionados -en última instancia- por el editor-director, obteniéndose, tras su compaginación, una selección del suceso, aunque pueda seguirse con mayor detalle (duración y continuidad) por internet y TV selectiva (DirecTV).
Si a este planteo se le agrega la actuación de cada participante, el resultado no es LA VIDA EN DIRECTO, como reza el eslogan.
Ese hogar del que hablamos, es una casa-Gessell donde todos son observados y filmados sin saber qué porción de su privacidad (una intimidad vulnerada por contrato) es la que, finalmente, conocerá el gran público.
Además, ingeresados en ella, el aislamiento del mundo exterior es generador de un hábitat cerrado, donde no penetran relojes (horarios), órdenes de superiores, medidas económicas, aunque sí cobran vida fantasmas, fantasías, deseos, nuevas reglas y fricciones o adhesiones entre pares (participantes que, aunque lo nieguen o no sea "su prioridad", compiten por un premio de 200 mil dólares y...¿la fama?), que deberán eliminarse y acatar el voto del supremo: los televidentes que deseen -por simpatía o antipatía- formalizar su elección.
Otras experiencias de "reality show" o "reality game show" (El Bar, Solos en la Casa, Expedición Robinson, La Isla de la Tentación), combinan, según su estilo, la vida real con juegos o no; las destrezas y habilidades personales con la ardua construcción de una convivencia forzada y forzosa, que resultará sabrosa para muchos y previsible para otros.
Así se pasa -desde hace unos dos años, en Europa y EE.UU.- de desafíos personales en una isla desierta, a erotismo e infidelidades grupales; de juegos adolescentes -en una mansión-, guiados por una voz autoritaria a expender bebidas en un bar de jóvenes; de la tele-observación ininterrumpida al voyeurismo cómplice de millones de personas (puntos de rating), que descubren en pantalla lo que el espejo de sus casas, de sus barrios (aunque les pese), de sus propias familias, de sus trabajos, de su grupo, les dispara a diario, y no miran o perciben; evitan (percepción y memoria entrenada para sobrevivir, sin negaciones pero, también, sin reiteraciones permanentes) o -los menos- deforman y repasan, una y otra vez, obsesivamente.

Pseudo-realidad: una construcción mediática

La TV internacional ha cambiado, combinando sofisticación, creatividad y audacia (¿codicia?), en los novedosos formatos que propone y promueve. Los receptores (la sociedad), también.
Entre ambos, el romance es ya de larga data. Más de 50 años los une. Peleas, zapping, encendido permanente, divorcios críticos, enlaces amorosos y agradecidos, coexistieron en torno a los efectos de la televisión.
Por ello, esta nueva manera de concebir a la TV, en el siglo XXI, no hace otra cosa que alterar con el ingreso de lo real, lo cotidiano, lo humano, el segmento de ficción y entretenimiento que, tradicionalemte, la programación había reservado a otros géneros, como la telenovela, el clásico programa de preguntas y respuestas o de juegos superadores.
El periodismo, el documental y las recreaciones de la vida real eran, hasta hoy, los espacios encargados de revelar aspectos de la actualidad y la realidad, sin profundizar en los asuntos privados (domésticos, íntimos) de la gente en tanto personas, salvo que, por razones especiales, alguien se destacase y mereciera ser noticia: ser eje de un documental o de un relato informativo.
En la fusión (confusión) de géneros, la verdad no es otra cosa que una simulación de un acto-acción verosímil.
Después del talk show, del ingreso del hombre y la mujer común confesándose a la pantalla (en un rol protagónico y con primeros planos), sólo faltaba armar producciones donde la clave o el eje del atractivo y la definición (el The End) pasara por ellos y sus potencias, por ellos y sus verdades frente a cámaras.
El triunfo ha sido completo. Millones de espectadores, millones de dólares y el auge de los realitys.
Más acertados unos, muy superficiales otros, matizan estos momentos de liviandad y hastío globalizados.
La decadencia de ellos podría ser un buen síntoma. Quedaría en claro que la vida en directo es la que cada uno percibe, construye y vive. No la televisada y fragamentada entre tandas de publicidad y promociones que son ficción, cuando no mentiras.

"Perdona que no te crea, Hermano, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro".

Gustavo D´Orazio
© Periódico Huella


"Jackass"
Tonteras Atrevidas


La MTV sabe como atrapar a su público, mayoritariamente adolescente.
Desde los Estados Unidos y hacia el mundo entero, esta señal divierte, informa, difunde música y crea hábitos como estéticas peculiares, muy border.
Más alla de los ritmos, autores e intérpretes que promociona, el estilo de la MTV es reconocible y original. El tono de sus conductores y la indumentaria de éstos, constituyen un loock imitable, urbano y apetecible para los admiradores de ciertas bandas y géneros que, en los videos del momento, hallan su lugar en el show bussines, su ranking, su discurso mediático.
En conjunción con su halo internacional de señal transgresora, juvenil, y decididamente musical, la MTV completa su programación en los EE.UU. (y el resto del planeta) con algunas ideas documentales, entrevistas, cortos y "cápsulas ingeniosas sobre la actualidad y el mundo que nos ha tocado vivir", valiéndose de un enfoque despiadado -muchas veces-; soportado en el humor negro, otras (ver el Match de la Muerte que protagonizan estrellas del rock, el cine, con forma de muñecos de masa y relatos insuperables) y en lo escatológico, últimamente.

Jackass: según el Diccionario Collins-Fontana, esta palabreja significa asno bestia, imbécil. ¿Quiénes serán los idiotas o tontos: los que producen los hechos desagradables y pavos de Jackass, o los seguidores de Johnny Knoxville, el conductor del programa y protagonista de muchos de los repugnantes actos que el propio canal cataloga de peligrosos?


Ver esta idea de la MTV, implica aceptar los códigos y el humor que manejan los idiotas del envío: jóvenes arriesgados, sensacionalistas y amantes de la ruptura en los media, ya desde sus comienzos en Canadá; en el cine, como en la vida real.
Tanto P.J.Clapp, cuyo nombre artístico es J. Knoxville, como otros "genios" veinteañeros, decidieron disparar con sus locuras al mundo quieto o snob.
No importaba cómo, si no con qué. Es decir: no detenerse en el presupuesto ni en las prolijidades técnicas, y sí acentuar el descaro, las ganas de jugar y escandalizar con bromas pesadas y absurdas; en la calle y próximos al mayor verismo posible (retrato casi documental, con videocámaras o filmaciones de granulado pesado y con luz natural).
Así se concibió Jackass. Con un director creativo que filmó ¿Quieres ser John Malkovich?: Spike Jonze, fanáticos del Skate, Larry Flint (el mismo de la película y las ideas eróticas) y otros que modelaron los arranques histrónicos de Clapp, convertido -¿definitivamente?- en Knoxville, seduciendo a la MTV con un producto que espanta a madres y abuelas, a niños bien y a los que aún creemos en el buen gusto.
Un gusto que omite imágenes de vómitos (en Jackass son afectos a las competencias de atracones y sus lógicas consecuencias), de excrementos, golpizas no simuladas y otras "audacias", que exponen hasta donde puede llegar la búsqueda de otras realidades que aporten entretenimiento.
Realidades captadas, provocadas, registradas, actuadas y televisadas para evadir a un público harto de esquematismos (propuestas repetitivas); ansioso por dislates como éste, y necesitado -cada vez más- de nuevas dosis de perversión y morbo; de fisgonear en la suciedad ajena aunque le salpique un poco.



P.D.: Jackass "salpica" por la MTV, los lunes a las 19 y a las 23 Hs.; los miércoles -antes del almuerzo-, a las 11:30 Hs.; y los viernes a las 11 y a las 19:30 Hs....Y pensar que nos quejábamos de Mancera y Tinelli.

Gustavo D´Orazio

Otros artículos de la sección (Entre-Medios)


"Fe de Erratas"

El Error Confirmado

Hace algunos años, no más de tres, el diario "La Nación" puso en práctica un noble y curioso reconocimiento de errores y omisiones. Mediante un sección denominada "Fe de Erratas", los deslices gramaticales, ortográficos e informativos son corregidos y aclarados, en una suerte de segunda edición, muchas veces enriquecida, de artículos, situaciones, nombres u oraciones que contaron con algún equívoco.
Tratándose de un prestigioso cotidiano (con más de 100 años en el mercado argentino), el hecho de dedicar -cada día- un espacio fijo a rectificaciones y aclaraciones habla de una pasión por la exactitud y un gran respeto por el lector, a quien es capaz de confesarle su yerro, pedirle disculpas y señalarle que "en la página 12 de la edición de ayer donde se lee ...debió haberse escrito..."; o " en el artículo firmado por XX, se cita al autor AA, confundiéndoselo con el cineasta BB, hermano del primero; o "en el panorama económico del domingo último se invirtieron -en el cuadro infográfico- las palabras deflación y devaluación, como resultado de los aspectos descriptos en él, asignándose estas palabras de manera incorrecta ya que devaluación corresponde a... y deflación a...".
(...)


(Entre-Medios): Periodismo Local, El Desafío Digital

(Entre-Medios): "El Bar", Tiempos Muertos

(Entre-Medios): Diva-antidiva. Susana, la linda y Betty, la fea

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