
Siempre se requiere hablar de los comienzos de obras, de novelas. En Buenos Aires, en especial los suplementos literarios de los matutinos más importantes, cuando entrevistan a escritores, además de la consabida pregunta sobre “los libros o música que se llevarían a una isla”, han agregado qué inicio de cuento o novela rescataría, recuerda, etc.
Yo, solo para oponerme y variar, pensé en finales de textos. Que los hay, lo hay…y excelentes. También, insulsos, híbridos, desapasionados, desconcertantes, débiles, …
Como estuve leyendo comentarios sobre el filme EL RITO, recordé la buena novela “El Exorcista”, de William Peter Beatty (1971). La portada de esa edición, en la Argentina, y bajo el sello de EMECE, llevaba un grabado de Goya (“Capuchinos”).
En la última página de la tensa historia -plena de giros, emociones, racontos, diálogos sobre el bien y el mal, los trastornos psíquicos, el empleo de la Ritalina…-, cierra una conversación entre el padre Dyer y el inspector de policía, detective Kinderman. Después de todo lo sucedido, para distenderse y volver al presente, ambos departen sobre cine, viendo partir a la niña exorcizada; el autor arriesga en una línea un universo de implicancias y derivaciones. Me parece extraordinario y dice, en una sola línea de texto:
“Al buscar el olvido, trataban de recordar”.
CUALES FINALES DESTACARIAN UDS., MIS QUERIDOS AMIGOS BLOGUEROS, POETAS, SEGUIDORES, LECTORES, ESCRITORES…?. GD.
1 comentario:
De los tantos finales de Borges que me han conmovido elijo el de El fin:
"Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho, era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había matado a un hombre". Mi homenaje a este admirado y entrañable escritor.
Abrazos
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