Un hombre serio, de los hermanos Cohen: muy buena. Libro ingenioso, original; triste relato que nos avisa (a los espectadores) que la vida es corta y que no debemos ser muy exigentes con nosotros mismos y atender SIEMPRE las demandas ajenas: hay que cuidarse y mimarse.
Un policía…, de Herzog. Excelente actuación de N. Cage,; bien filmada, pero con libro conocido. Entretiene y demuestra que muchos de los males actuales son idénticos en todas partes del mundo (entiéndase corrupción, violencia, falta de justicia, falsedad, etc.)
Planeta 51: estoy por verla. La disfrutó mi hija Sofía (11 años).
El corredor nocturno: buenos desempeños de Miguel A. Sola y L. Sbaraglia. Me atrapó la historia, con un planteo muy creíble sobre el mundo empresario, laboral, y los deseos vitales de la gente, debatida entre la familia, la individualidad y lo que los otros exigen, piden o imponen.
Nine: el musical cuesta… pero para quienes amamos el cine italiano, Fellini y su “8 y Medio”; disfrutamos de Mastroiani, etc., el compendio de cuadros (estética, sonido, vestuario, maquillaje, escenografía, edición) y el despliegue de sensaciones atrapa.
Las interpretaciones, la sensibilidad general, superan algunos tramos que agobian o dispersan; todo el elenco (que baila, canta y actúa) tornan brillante la puesta, el montaje y la dirección general de Marshall (“Chicago”).
1 comentario:
Por casualidad he recabado aquí y me encuentro con un blog de agradable lectura. Para el cine, los argentinos sois especiales y me alegra coincidir con esa miscelánea de comentarios.
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