Hay momentos en que no puedo salir de mi mente. Esa habitación me
asfixia. ¿Tengo la llave para abrir la puerta o he perdido la voluntad y el don
de liberarme? GD
No fue capaz de decir la verdad. Lo olfateé. Lo vi venir. Y el desenlace
me confirmó, como pocas veces, esa sensación de estar trabajando sobre tierras
movedizas. Igualmente, confié. Deseaba crear.
La búsqueda de la perfección no debe confundirse con obsesión. Es
riesgoso, enfermante.