Los viudos pueblan una calle
que en mi pueblo llaman Fátima.
Son siete:
dos hombres y cinco mujeres.
Son los viudos de Fátima.
Reunidos en menos de cien metros,
senos dormidos
y brazos ardientes
se exhiben cada tarde
en las veredas húmedas.
Por las noches,
las celosías gastadas
cancelan sus deseos
y despiertan recuerdos conyugales
de otros días.
Son los viudos de Fátima:
cinco mujeres y dos hombres,
cobijados en cien metros de empedrado...
¿Cómo es posible tanta soledad junta?.
Gustavo D´Orazio
se exhiben cada tarde
en las veredas húmedas.
Por las noches,
las celosías gastadas
cancelan sus deseos
y despiertan recuerdos conyugales
de otros días.
Son los viudos de Fátima:
cinco mujeres y dos hombres,
cobijados en cien metros de empedrado...
¿Cómo es posible tanta soledad junta?.
Gustavo D´Orazio
1 comentario:
Gustavo, excelente poema, profundo. Realmente me conmovió.
Gracias opr tu comentario sobre la tapa del libro. Pronto lo tendrás entre tus manos.
Te copio el comentario que dejé el blog de Patricia, por si no lo ves allí.
Abrazos.
Amigos, me enorgullece nuestra amistad. Los quiero y los admiro. Aprendo tanto de ustedes. Por ejemplo, Patri, no se me hubiera ocurrido jamás publicar la tapa de mi libro en el blog. Gracias a vos, ahí está, a la vista de todos.
¿Cómo agradecerles lo que dicen de mí? En verdad, hablan a mis espaldas pero como dicen cosas tan lindas, vale.
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