Yerba mate
Verde,
áspera.
Suave,
dulce.
Yerba mate,
como el café con leche…
argentina.
En calabaza tallada;
con bombilla de plata
o de caña bronceada.
Un mate amargo,
de mano en mano,
en ratos de ocio,
y eterna compañía.
Caliente, frío,
bien argentino.
Un mate
solitario;
dos mates
amorosos;
tres mates
amistosos.
Yerba mate;
esmeralda nuestra,
sabor a tierra nativa,
muy argentina.
Verde,
áspera.
Suave,
dulce.
Yerba mate,
como el café con leche…
argentina.
En calabaza tallada;
con bombilla de plata
o de caña bronceada.
Un mate amargo,
de mano en mano,
en ratos de ocio,
y eterna compañía.
Caliente, frío,
bien argentino.
Un mate
solitario;
dos mates
amorosos;
tres mates
amistosos.
Yerba mate;
esmeralda nuestra,
sabor a tierra nativa,
muy argentina.
GUSTAVO D´ORAZIO/2010
Lo botánico, lo comestible, lo cultural, lo ancestral, lo que nos da identidad...
6 comentarios:
Incluso por aquí hay alguno que se engancha a vuestro mate y lo toma a todas horas también. Leyendo tu poema dan ganas...
Un abrazo.
Estos poemas tan coloridos y descriptivos. Que con frases cortas describen tan bien cada cosa. Un caluroso apluso desde Chacabuco, en un día muy muy feliz :)
Ese mate, que nos reclama con su sonrisa verde...
A mi me gusta en infusión, con leche.
Un abrazo grande , Gus.
Sin duda una seña de identidad de Argentina. Dos veces me han ofrecido compartir un mate "amistoso", la primera dulce y caliente, la segunda amargo y frío, uno me gustó, el otro no tanto, pero en ambos casos se notaba el orgullo de quien lo ofrecía, tal vez porque aunque me dijeron que la yerba se puede conseguir en cualquier lugar de España, lo hacían en ese recipiente tan característico que les recuerda y nos recuerdan sus orígenes.
Saludos...y ya sabes, cuando lo tomes dulce y caliente te acuerdas de mí.
Nunca probé el mate, Gustavo, pero después de leer tu poema "Experimental" (me encanta esta categoría que creaste :)) me han dado ganas de hacerlo...
¿Es cierto que es más amargo que le café?
Alguien me dijo una vez que sabía a lágrimas argentinas...
Muchos besos, amigo, desde mar adentro desperezándose de sus olas enroscadas...
Tampoco yo probé nunca el mate, y tengo una curiosidad tremenda. Cada vez que veo a alguien con tu termo de mate me dan ganas de pedirle que me deje probarlo.
O quizá esté esperando a ir a Argentina para probarlo. Quizá allí me sepa más intenso.
Buen poema, muy sugerente.
Un abrazo y una sonrisa para ti.
Publicar un comentario