Vagón oscuro
Ríe.
Ríe y ríen.
Envuelto en una campera roja,
su boca sin dientes ríe.
Junto a dos amigos
-compañeros de fajina-,
huele a tabaco y vino.
Sentados en el vagón oscuro,
los tres ríen.
Ríe y ríen.
A los pies,
pala y fratacho los acompañan:
blancuzcos, limpios,
apenas recubiertos por unas hojas de diario.
Ellos ríen,
sin parar.
Ríe.
Ríe y ríen.
Envuelto en una campera roja,
su boca sin dientes ríe.
Junto a dos amigos
-compañeros de fajina-,
huele a tabaco y vino.
Sentados en el vagón oscuro,
los tres ríen.
Ríe y ríen.
A los pies,
pala y fratacho los acompañan:
blancuzcos, limpios,
apenas recubiertos por unas hojas de diario.
Ellos ríen,
sin parar.
GUSTAVO D´ORAZIO
5 comentarios:
Conciso, efectivo, bello.
Gracias, amigo.
Un abrazo para celebrar la poesía.
Hola Gus.
Me ha gustado este poema tuyo, tan de la vida misma, tan sencillo, pero que cala con una ternura casi dolorosa... Gente sencilla, que ríe y ríe, tal vez muy feliz con ese poquito que le ha dado la vida...
No sé, me ha emocionado y me ha traído a la memoria dos palabras que no escuchaba hacxe siglos. fajina y fratacho...
Uno de mis hijos de chico chico, y allá en Castelar, le gustaba jugar con un fatrachito (decía él) ... Por cierto, se llama Gustavo y tendrá más o menos tu edad, o la que representas. Y no es broma, pero en los ojos, os pareceis un montón.
Perdona , aquí decimos a ésto dar la chapa.
UN abrazo . Ya estás bien?... Cuídate.
Tuve que coger el diccionario, para averiguar lo que eran fajina y fratacho. Ahora ya sé lo que significan.
Suenan bien las dos palabras.
Tu poema me recuerda a los poemas sencillos pero intensos, de temas cotidianos de Williams Carlos Williams.
Me gustó.
Un abrazo y una sonrisa.
También me alegra reencontrarte con poesía. Vuelvo con las pilas recargadas y con ganas de dejarme sorprender a diario con estas pequeñas cosas. Precioso el poema, Gustavo.
Un abrazo fuerte.
Precioso contraste, Gustavo.
La risa puede llegar a iluminar lo más oscuro y triste de la condición humana.
¡Un beso, poeta!
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