Poseía un gran sentido del humor, salidas chispeantes, irónicas y profundas. Guardo, también, en mi memoria, al Borges periodístico: por sus declaraciones, los reportajes a los que accedía, siempre con gracia, con humildad y confesando "su ignorancia" ("perdone mi gran ignorancia", decía) sobre los interrogantes-temas más variados y mundanos, a los que la prensa lo tenía acostumbrado.
Borges me ha brindado compañía, me ha recordado ser breve y preciso en el acto de escribir. "Solo una palabra es la que se necesita para nominar algo, una que es única, no otra; hay que buscarla entonces", me digo. El descubría palabras e imágenes que no podían ser sustituidas. Estaban engarzadas de manera eterna, permanente, en el frágil mundo de la literatura, donde Jorge Luis Borges no dejará de ser leído, debatido, consultado.
Lo recomiendo. G.D.
2 comentarios:
Querido Gus. Me uno a este recuerdo-homenaje a Borges. He leído bastante de él y acerca de él. Extraordinario, de los imprescindibles.
Besos.
He descubierto no hace mucho al Borges poeta. Cuando lo leí hace muchos años no me gustó. Con los años (y la experiencia) se valoran mejor las buenas lecturas.
Una sonrisa.
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