MUERTE VERDE
Yace verde,
mutilado y trozado
sobre la vereda.
Descansa. Mirado y esquivado
por los niños de la cuadra.
Tomás, con su triciclo.
Aldana, con amigas,
juegan cerca…
sin advertir
el cadáver.
Está entre ellos.
Corren alegres;
esquivan ramas y hojas
aún verdes;
sin oír su voz:
una voz pura y definitiva.
Lo corren y apretujan,
entre el cordón y la calle.
Lastimado por autos y bicicletas,
se ha ido quebrando,
y aunque mancillado y olvidado,
un retoño verde
pugna por ganar la luz.
Un duelo entre vida y muerte,
que concluirá pronto.
Cargado por el barrendero
será triturado hasta el fin,
transformado en polvo y astillas.
G.D. 2008
Desde la Argentina, un refugio para quienes deseen indagar en el imaginario de un amante de la palabra... Literatura, periodismo; fusiones e invenciones en un océano virtual que jamás pensé integrar.
P O E S í A /// P O E S í A
//COMUNICACION SOCIAL //
//PERIODISMO // NUEVAS TECNOLOGIAS // ACTUALIDAD // CINE //
//ARTE Y DISEÑO // PUBLICIDAD//
//L I T E R A T U R A//
He naufragado en un mar de recuerdos.
Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.
Estar ROTO DE AMOR, duele.
G.D.
2 comentarios:
Hay poca sensibilidad con la vida de las plantas. Y su afán de supervivencia es extraordinario.
Es hermoso y sensible tu poema. Y necesario.
Abrazo. * Soco
Me parece muy acertado el planteamiento. Lejos de ecologismos "a la carta" el poema incide sobre la vida en sí misma, un poco al estilo franciscano.
No comparto la opinión de Custeau cuando dice "no soy ecologista por los animales, lo soy por las personas" porque la vida es la misma para todos los seres vivos.
La importancia de la rama tronchada de la que nadie repara sólo adquiere visibilidad a los ojos de quienes se sienten formar parte de un "todo" biológico, en el que no hay clases ni categorias.
Esa sensibilidad es necesaria para evitar más desastres medioambientales pero lamentablemente el ciudadano medio no la posee.
Un abrazo.
Publicar un comentario