Mi musiquita triste
Suena agónica,
leve.
Hace unos días
-después de la mudanza-,
reapareció la antigua cajita de música.
Sin cofre ni bailarina;
sólo un interior metálico,
un corazón de engranajes y perillas,
marcha con voz cansada.
Me trae recuerdos,
me trae a mi hija...
fascinada ante el espejo fileteado.
Hoy, su musiquita danzarina,
su musiquita triste,
me hace feliz
por un momento.
Gustavo D´Orazio - 2011
2 comentarios:
Como tú bien dices: "en la tristeza puede hallarse belleza, plenitud, calma..." y también parece ser, felicidad.
Una sonrisa.
Las pequeñas cosas, a veces, se cargan de vivencias y nos gritan frgamentos de nuestra historia.
Gracias por este poema evocativo.
Abrazos
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