te obsequio un rito mediterráneo, ampliado y corregido por este humilde poeta:
cada primavera, abre las ventanas de casa...que ingrese aire fresco, nuevo. será una bendición de la naturaleza.
...
mi madre así lo hacía y la recuerdo, por la mañana, desplegando postigos y cortinas para que la luz del día, el oxígeno de afuera, cambiara el del interior...
aunque estuviese nublado, frío o lluvioso, ese día, la primavera debía inundar las habitaciones de la casa. ella, aún en camisón, decía: "primavera, entra a mi casa y a mi corazón para renovarlo".
mi hermano y yo éramos chicos, pero lo recuerdo y no deja de correr por mi cuerpo esa bocanada de aire fresco y aroma a flores, pese al tiempo transcurrido, los ventanales cerrados y el camisón doblado en un baúl, porque mamá no está.
o sí. es parte de ese vientito floral que, seguramente, mañana, me despertará temprano para repetir, juntos, el hermoso rito de bienvenida.
G.D. 2016
2 comentarios:
Un bello poema para un hermoso recuerdo.
Aquí andamos dando la bienvenida al otoño.
Un fuerte abrazo.
Bellísimo recuerdo, Gus.
Mamá, hecha viento, te visita sin duda, cada primer día de primavera.
Abrazo desde mi otoño
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