P á j
a r o s d e t i z a
En el pizarrón
un dibujo alucinado
y alucinante.
Una familia de pájaros
con cuatro patas cada uno.
No son de Dalí
ni de Chagall.
Son obra de mi hija
que, por su amor a los perros,
ve a todos los otros animales
como formidables cuadrúpedos.
Tras mi corrección
¿necesaria?,
esos animales fabulosos,
inexistentes,
dejaron de ser lo que eran
convirtiéndose
en pájaros
comunes y vulgares.
Parados sobre sus dos patas,
confirmaron vigorosos,
que Sofía había dejado de volar:
de ser una pequeña niña
para transformarse
en una inteligente ornitóloga
de siete años.
un dibujo alucinado
y alucinante.
Una familia de pájaros
con cuatro patas cada uno.
No son de Dalí
ni de Chagall.
Son obra de mi hija
que, por su amor a los perros,
ve a todos los otros animales
como formidables cuadrúpedos.
Tras mi corrección
¿necesaria?,
esos animales fabulosos,
inexistentes,
dejaron de ser lo que eran
convirtiéndose
en pájaros
comunes y vulgares.
Parados sobre sus dos patas,
confirmaron vigorosos,
que Sofía había dejado de volar:
de ser una pequeña niña
para transformarse
en una inteligente ornitóloga
de siete años.
GUSTAVO D´ORAZIO - 2006
1 comentario:
Bellísimo poema, Gus, Una delicia
Me encanta ese interrogante:¿necesaria?... Y es que a veces, corregir las fantasias de un niño, da la sensación de que es como cortarle un sueño.
De verdad, una maravilla.
Abrazo grande.
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