La Municipalidad de Tres de Febrero, desde la Subsecretaría de Cultura, rinde este año un tributo a dos creadores teatrales argentinos: Martín Coronado y Pablo Podestá.
Los trabajos serán reunidos en un libro con la dramaturgia de quienes participen con una escena breve, sobre sus vidas u obras.
El elegido, en mi caso, fue Podestá.
“Cielo de Artistas”
Escena/monólogo.
Espacio iluminado escasamente. El personaje, Pablo Podestá, se halla con un
chaleco de fuerza; serpentea por el suelo del escenario que simula una
habitación de reclusión. Todo es oscuro, menos su ropa: color crema o blanca.
Se ríe de manera nerviosa. De fondo, se oye llover. Un haz de luz, lo sigue.
.......
-¡Quiero volar!
¡Quiero volver a volar! Subirme al trapecio como cuando era chico (Podestá se halla en el centro del
escenario, acostado, con respiración cansada y piernas encogidas). ¿Dónde
está el público, mamá (gritando)… y
mi caballo, dónde está? (llora). Desátenme,
no puede ser (respira pesado). Es
horrible estar aquí (moquea). ¿Quién
sabe lo que es oler a humedad (pausa),
todo el tiempo? (Duda) ¿Dónde está la
gente, la luz? No hay alegría (en tono
grave, gira y mira al público)). Se acabó el circo (terminante, desafiante). Yo,
que fui Presidente de la Nación y pude darle alegría a esta Buenos Aires
siempre triste, gris, húmeda y lluviosa (enfadado).
Yo, que teché la ciudad para que la gente pasara de teatro en teatro, y
viera arte, obras, actores, actrices (lo
enuncia con entusiasmo, ilusionado). A mi: volando por los aires, haciendo
uso del trapecio; o sobre mi caballo… Sin embargo, estoy acá (lloriquea, moquea).
-(Respira hondo, pausa; se comienza a
levantar, queda arrodillado, de frente). ¡Nadie me escucha, aunque grite! ¿Por
qué no me sacan este chaleco de fuerza…? (silencio).
¿Qué culpa tengo yo…?. Delirar, estar enfermo… (vuelve a llorar). Ser actor (disminuye
potencia interpretativa, duda, piensa). Ayúdenme, quiero regresar (firme, pide ayuda¸ mueve sus brazos atados).
Actuar…yo soy actor. Un gran actor (modifica
registro, habla con convicción y autoridad. Se calma). No puedo seguir aquí.
Sólo el cielo de los artistas me espera. Allí no habrá chaleco que pueda
conmigo (respira hondo y exhala). No
sé por qué me doblegan así. Me maltratan. (Se
para) Yo, Pablo Podestá: harapiento, reptando por este suelo húmedo, sucio (se expresa con asco), repugnante.
Alojado en este espacio horrible (indignado),
que no es un teatro, ni un
escenario. Es… (pausa). Esto es el
Infierno, y yo no estoy aquí actuando un papel… (lo dice con sorna y seguridad; cae de rodillas y esconde su rostro).
-(Pausa breve). ¿Dónde está el Cielo de
los Artistas? (Levanta la cabeza, la
mirada, de rodillas. Pausa un poco más marcada, calmo; mira hacia arriba). ¿Qué
diferencia hay entre ser un loco o un actor? (Pablo permanece quieto, relajado y se reclina. Unos instantes después,
vuelve a mirar, de frente, al público).
1 comentario:
Sublime amigo, me sentí encerrado en ese chaleco de fuerza de principio a fin sintiendo a es Podestá en la decadencia y la enfermedad. Me encantó.
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