Una entrada breve. Me inquietan algunos acontecimientos. No es novedoso o único. Pero qué más esperamos para entender (interpretar) el llamado (el grito) de la Tierra. Las consecuencias de algunos acontecimientos están a la vista. Sin embargo, unos y otros, seguimos en el alarmante y cíclico despedazamiento del ecosistema que integramos. Al consumismo, la contaminación, la falta de solidaridad y amor se unen la corrupción y mentiras varias. Las excepciones existen y son las que forman ese colchón en el que se sostiene la Humanidad, pese a todo.
A lo indecente, aberrante, bochornoso, siempre (¿pero… hasta cuando?, uno se pregunta) le responden lo digno, valiente, bueno, positivo, etc., en un equilibrio de fuerzas que, aunque tenso, mantiene al globo terráqueo, a su gente, en su eje.
Mas este eje se está torciendo cada vez más; los márgenes son cada vez mayores, las injusticias y pobreza, plagas y olvidos…Sin ser apocalíptico, es deseable repreguntarse de una y mil formas qué podemos hacer para que la vida sobre la Tierra mejore.
Actuar y reflexionar. Dos acciones que debemos conjugar al unísono, por el bien de todos.
G.D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario