Creaturas del presente
Saber que nada es para siempre
y vivir como si fuéramos inmortales;
conocer nuestros límites
e igual apostar a la utopía.
Descubrir lo obvio,
con dolor y asombro.
Compartir lo antiguo
como una novedad descarnada.
Susurrar palabras
pese al llanto;
reubicarse en la cotidiana desesperación;
animarse a más,
volver a confiar,
a pensar,
a creer,
a hacer,
a sonreír.
Como si fuéramos eternos,
ungidos por el sueño de los dioses,
en la cristalina mirada de un tiempo sin límites,
auscultar el devenir permanente
y ser hombres:
creaturas de lo finito,
contenidas por los latidos de un presente que se acaba.
...y todo
por el solo (y egoísta) hecho de ser
felices;
de cumplir y discurrir en el
impreciso mandato de vivir.
GUSTAVO D´ORAZIO - 9 DE MARZO DE 2007
3 comentarios:
Como si fuéramos inmortales...
como si fuéramos eternos...
pero viviendo en un presente que se acaba...
Y además buscando ser felices.
Muy certero.
Hermoso poema.
Una sonrisa.
Me identifico plenamente con ese "impreciso mandato de vivir". Hay tantas veces que uno se sobrecoge de incertidumbre, se asfixia de preguntas, se ahoga de finitud.
Gracias por la posibilidad de pensar.
Hay una frase que yo utilizo mucho "ahora es siempre".
Un saludo.
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