A propósito de la reedición de su obra, de la aparición de ensayos críticos, de piezas que indagan en su vida privada, “en supuestos”, en el entorno familiar, social…de Sor Juana.
Mi descargo
Sor Juana Inés de la Cruz
Nada me es extraño.
Habéis hurgado
hasta debajo de mi cofia,
una y otra vez.
He sido “la peor de todas”;
investigada,
emplazada,
atomizada.
Ahora,
cuando mis huesos
son polvo infinito,
eterno,
proseguís indagando
en lo que fui.
Que tuve un romance.
Que fui soberbia.
Cínica.
Escurridiza.
Que cobijé a mis libros
como si fueran pobres.
Que no obedecí.
Que insistí en liberar a la mujer
de la ignorancia esclava.
Que humillé con mi mirada
y poesía.
Hasta cuándo seguiréis
ensayando letras y condenas.
Os cuento
(para vuestro entender)
que Él me ha perdonado.
Basta de ignominias
y falacias.
Yo,
únicamente arrodillada
ante el Altísimo,
Juana Inés.
Aclaración: Después de leer en la prensa que, en Bs. As., la compañía mexicana Cómicos de la Legua presentaba “La secreta amistad de Sor Juana y Dorotea” (Guillermo Schmidhuber), me propuse darle la palabra a Juana Inés de Asbaje y Ramírez (México, 1651 - 1695).
Con el correr de los días, una entrevista a Mónica Lavín -escritora mexicana, de paso por la Argentina-, profundizó mi idea de escuchar y “traducir la voz de la religiosa”. En la nota, Lavín, mencionaba la dualidad religioso-poética de la monja, destacando ese eje como disparador de su último libro, titulado “Yo, la peor”.
Otro trabajo -me entero- , revisó las recetas de cocina de Juana (“Sor Juana en la Cocina”, editorial Grijalbo); Octavio Paz –en su momento- con su texto “Sor Juana o las trampas de la Fe”, inspiró a la directora de cine argentino, María Luisa Bemberg, que llamó a la española Assumpta Serna para el rol principal de “Yo la peor de todas – 1990”; finalmente, José Luis Gómez, con su novela “El beso de la Virreina”, teje dudas y no vacila en emplear recursos de la ficción para plantear amores prohibidos. Por todo esto ideé (redacté) un poema que firma la propia Juana.
Un descargo literario, esencial.
Era su derecho.
Gustavo D´Orazio. 2010.
Que tuve un romance.
Que fui soberbia.
Cínica.
Escurridiza.
Que cobijé a mis libros
como si fueran pobres.
Que no obedecí.
Que insistí en liberar a la mujer
de la ignorancia esclava.
Que humillé con mi mirada
y poesía.
Hasta cuándo seguiréis
ensayando letras y condenas.
Os cuento
(para vuestro entender)
que Él me ha perdonado.
Basta de ignominias
y falacias.
Yo,
únicamente arrodillada
ante el Altísimo,
Juana Inés.
Aclaración: Después de leer en la prensa que, en Bs. As., la compañía mexicana Cómicos de la Legua presentaba “La secreta amistad de Sor Juana y Dorotea” (Guillermo Schmidhuber), me propuse darle la palabra a Juana Inés de Asbaje y Ramírez (México, 1651 - 1695).
Con el correr de los días, una entrevista a Mónica Lavín -escritora mexicana, de paso por la Argentina-, profundizó mi idea de escuchar y “traducir la voz de la religiosa”. En la nota, Lavín, mencionaba la dualidad religioso-poética de la monja, destacando ese eje como disparador de su último libro, titulado “Yo, la peor”.
Otro trabajo -me entero- , revisó las recetas de cocina de Juana (“Sor Juana en la Cocina”, editorial Grijalbo); Octavio Paz –en su momento- con su texto “Sor Juana o las trampas de la Fe”, inspiró a la directora de cine argentino, María Luisa Bemberg, que llamó a la española Assumpta Serna para el rol principal de “Yo la peor de todas – 1990”; finalmente, José Luis Gómez, con su novela “El beso de la Virreina”, teje dudas y no vacila en emplear recursos de la ficción para plantear amores prohibidos. Por todo esto ideé (redacté) un poema que firma la propia Juana.
Un descargo literario, esencial.
Era su derecho.
Gustavo D´Orazio. 2010.
2 comentarios:
Resulta curioso comprobar como os gusta a escritores, historiadores, periodistas..... indagar en la vida de personajes que destacaron en su vida personal o profesional para ir más allá de lo que fue su obra, buscando el lado más humano, en muchos casos el más débil.
Sin contar el supuesto de libros y películas, en donde esos detalles crean interés a los posibles lectores y espectadores, me pregunto si con el propósito de demostrar que en el fondo era una persona con debilidades y tropiezos como todos y así sentirnos mejor al sabernos más iguales a ellos, aunque ahora que lo escribo me doy cuenta de que en realidad esa debilidad nos distancia más de ellos porque incluso con esa característica tan humana pudieron llevar a cabo su propósito....en fin, un tema interesante para debatir.
Saludos.
Desde niña, me ha apasionado la vida y la obra de Sor Juana Inés... "hombres necios que acusais..."
Muy interesante tu poema y texto Gus. Te mando un abrazo desde mi Cantábrico. Soco
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