La austeridad de recursos impacta. La actualidad de su estética y discurso, sobrecoge. ¡Pensar que es literatura del siglo XIII!.
María Kodama (viuda de Jorge L. Borges, escritora y conocedora de las letras y filosofía del Japón) elaboró el prólogo. Lo repasé varias veces. Es un libro breve que me acompañó y acarició el espíritu.
Dedico este post (y el libro, claro está) a Juan Carlos Ortega (cultor de lo simple y cotidiano); a Ana M. Oddo, que con sus mensajes sé que piensa en mi alma; a Patricia Morante, porque lo natural es indagado por su escritura y a Daniel Buitrago, que narra y observa, haciéndome pensar...
GUSTAVO D´ORAZIO
Algunos versos...
"La luna de mi vida se está poniendo.
Está por hundirse ya
detrás de los montes (...)".
"Escucho
los plañidos lejanos de los monos
y las lágrimas humedecen mis mangas (...)".
"(...) Y en invierno
¡Nieve!
Se acumula como
pecados humanos
y se derrite,
en expiación (...)".
"Y ¿cómo podemos hallar la paz
siquiera fugaz
en el alma? (...)".
2 comentarios:
Qué bueno es dar con esos pequeños tesoros arqueológicos. Gracias, Gustavo, por este post y todos los demás.
Un cálido abrazo desde mi mantita de sofá.
Poderosa y conmovedora poesía. Emotiva dedicatoria. ¡Gracias!
Ya estoy comprando ese libro.
Abrazos, abrazos.
Ana
Publicar un comentario