Hubo una convidada de lujo: la palabra. La voz humana intervino para ello. La poesía se sirvió de nosotros. Ana, Patricia y yo estuvimos frente a un público silencioso, que participó con su mirada y aplauso. También leyó. Qué más se puede pedir. El salón de la Biblioteca 9 de julio, en Castelar, parecía un refugio. Un refugio protector del afuera, muchas veces, hostil, apremiante. Un jerez concluyó la velada sencilla. Tres sillas, nosotros, los textos y la gente. Al volver a casa, cada uno recordaba algo de lo vivido. Yo, pese a mi resfrío, el afecto de Ana y Patricia, sus cualidades narrativas y la auténtica complicidad que se despliega una vez que nos encontramos y comenzamos a leer poesía...
Este TRIALOGO (ahora con nuevo repertorio) volverá a sostenerse en el espacio cultural LA CASITA, Ranchos y Machado, Morón/Castelar, el sábado 4 de junio a las 19; y muy posiblemente en otro ámbito de Castelar, para fines de junio. La gira no cesa. Los esperamos con ganas de compartir poesía.
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