El poema se origina en un espacio incierto o impreciso de definir, porque se ve limitado -alojado- en el interior del que escribe. Y es a partir de estímulos, vivencias, experiencias o invenciones que no desdeñan lo externo (lo otro, lo ajeno; el suceso mínimo, el gran acontecimiento) que susurra al oído y crece, crece, llegando a irrumpir y corporizarse, dependiendo de estilo e intereses personales.
Un sonido, una persona, un sentimiento, una noticia, un recuerdo, una palabra, una trama ficticia -todo o nada de esto-, pueden dar vida al poema.
1 comentario:
Poesía, reflexiones, homenajes. Has vuelto a la actividad con energía, sensibilidad y talento. Tu amistad me enorgullece.
Abrazos.
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