Internet y los niños
Fascinados, los niños y adolescentes en particular, llegan a la compu en busca de: imágenes, juegos, música, información, contactos, diálogos, entretenimientos varios…
Hay que cuidarlos. Padres, escuela, empresas y gobierno tienen responsabilidades compartidas y diferentes sobre qué sucede con los contenidos de la web. ¿Que es libre y democrática, o anárquica y descontrolada?. Un poco de ambas caracterizaciones. INTERNET necesita ser diagnosticada y medicada. El remedio no es cancelar una conexión domiciliaria o “prohibir”. Sí emplear filtros que eviten las páginas que presentan violencia, escenas de sexo -indebidas para los menores-, inspeccionar los cyber para que allí no se registren “desbordes”, educar a los usuarios, debatir el tema entre los jóvenes y los educadores, informarles a los padres sobre los riesgos de esta tecnología…
Si se unen esfuerzos, si se piensa en el tema y se busca implementar una mínima normativa (desde lo legal como la basada en los valores y el diálogo que explica) es mucho lo que podrá hacerse. Pero si en cualquier medio gráfico aparecen webs, mail y celulares para conocer gente, recibir o visualizar fotos/videos de jóvenes de ambos sexos en situaciones íntimas; por televisión y radio se incentivan los encuentros para descubrir nuevos amigos, y no se habla claramente de los serios riesgos que corren quienes desoyen los consejos que se vierten a diario alertando a los incautos, muy difícilmente el panorama cambie.
No es aconsejable que la Pc esté en la habitación del menor (por ejemplo), porque esto lo aísla. Hay que orientarlo sobre lo que no es conveniente para su edad y charlarlo. Recomendarle que no entable (ingrese a) chats con desconocidos. Que no publique datos personales o de la familia, su clave o password. Que no difunda fotos sensuales y horarios o salidas…En fin, es una tarea de educación. A la tecnología no hay que temerle, pero sí gobernarla desde los debidos intereses y valores individuales y sociales. Que sea uno, la persona, la que decida qué hacer y cuándo. Si se trata de niños o menores de edad, los cuidados, los límites, deben fijarlos los adultos.
Que internet (junto a otros dispositivos, equipos o recursos tecnológicos) no genere adictos. Hay que graduar la “conexión” con estos avances maravillosos, para dosificar el tiempo vital que le dispensamos; repensar necesidades “reales” y diferenciarlas de las impuestas, creadas y evitables (uso en el espacio laboral, por ejemplo).
Resguardar la privacidad, es otra idea que debe tratarse...pero comenzando por uno. Efectuar una introspección sobre por qué se decide exhibirse, mostrarse y “subirse a la web”, desde un fotolog, red social o blog. ¿Sabemos quiénes nos mirarán y qué destino le pueden dar a nuestra imagen personas u organizaciones?.
La ilusión de ser, de estar, de pertenecer al mundo virtual puede tener un alto costo.
TODOS ESTOS SON DETALLES PARA ANALIZAR Y DEBATIR EN FAMILIA, CON AMIGOS Y DOCENTES, ENTRE EXPERTOS Y CONOCEDORES DE LA RED. CADA SECTOR DE LA SOCIEDAD TIENE UNA PORCION DE RESPONSABILIDAD INELUDIBLE. LAS CONSECUENCIAS POR HACER OIDOS SORDOS A ESTOS RECLAMOS SUELEN SER GRAVISIMAS...Y NOS AFECTAN A TODOS LOS INTEGRANTES DE LA COMUNIDAD. G.D.
Desde la Argentina, un refugio para quienes deseen indagar en el imaginario de un amante de la palabra... Literatura, periodismo; fusiones e invenciones en un océano virtual que jamás pensé integrar.
P O E S í A /// P O E S í A
//COMUNICACION SOCIAL //
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//ARTE Y DISEÑO // PUBLICIDAD//
//L I T E R A T U R A//
He naufragado en un mar de recuerdos.
Ante el futuro incierto, busco en el presente
al que soy. Hoy ya no es ayer.
G.D.
Estar ROTO DE AMOR, duele.
G.D.
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