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El niño Pez

INTERPRETES: Inés Efron, Mariela Vitale (Emme), Pep Munné, Arnaldo André, Carlos Bardem, Diego Veláquez. GENERO: Drama. DIRECCION: Lucía Puenzo. GUION: Lucía Puenzo. FOTOGRAFIA: Rodrigo Pulpeiro. MUSICA: Andrés Goldstein, Daniel Tarrab. MONTAJE: Hugo Primero.ORIGEN: Argentina (2009). DURACION: 96 minutos. CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años.

Trato de seguir las novedades nacionales. Pero cuesta ubicar los filmes. Su circulación es restringida para muchas producciones. El niño Pez, tuvo su espacio. Otros filmes, nada o casi nada. Lucía Puenzo es una directora hábil y creativa. Atiende a su imaginario y a su tiempo. XXY prueba ello, aunque no me agradó. Valoro las actuaciones y la valentía para abordar temas ríspidos, pero ello no fue suficiente. En XXY y El niño Pez, Puenzo cuenta con Inés Efron, una actriz muy jóven, arriesgada (concentrada), que no connueve. Y si un actor no conmueve al componer personajes que viven situaciones complejas -límites-, surge vacío, una distancia enorme entre el público y lo que se desea contar. Efron no evidencia reacciones o cambios profundos; parece quieta y etérea, en medio de un halo de irresolución. En esta oportunidad, los temas elegidos son: el incesto, el amor entre dos mujeres de diferente clase social, la veneración a un mito y la disfuncionalidad familiar . Un cruce de géneros le sirve a Lucía para plasmar -con bellas imágenes- su propia novela. Hay escenas románticas, de intriga, drama, acción y surrealismo. Todo esto no sella un relato al que le faltan partes (el vínculo madre-padre e hijos; las situaciones secundarias), y que se sospechan o intuyen. Voces inaudibles, muchas veces; parlamentos brevísimos y vacíos, otras, no logran exponer el pesado drama de un grupo de seres que sólo se parecen en el desencanto que profesan y el hastío que los rodea. Emme supera a Efron en la interpretación. Las escenas en el lago son hermosas gracias a una excelente fotografía y cuidada ambientación. En la vida no todo se expone. Por eso, debajo del agua, está el niño pez, están los secretos, los traumas y las verdades. Esas verdades que el guión lanza rápido a un espectador que aguarda y prevé consecuencias. Una caligrafía prolija (lenta), descubre monotonía al momento de filmar, de dirigir. Siendo Lucía Puenzo una artesana con agallas y posibilidades, su niño-pez aburre. Duele el contenido y, desde lo sensible, la historia que se hilvana: que envuelve y entristece pero sin magia. Lo social y el pintoresquismo (Paraguay, ritos populares, bailanta, tráfico de mujeres) minimizan el nudo existencial de las criaturas (feroces, a veces; débiles, otras) elegidas. El clima exigido -imprescindible- para una realización de este tipo, expira sin seducir. La potencia del final se reduce a un susurro gélido por lo débil de las escenas y el ritmo precedentes. Quise nadar con el niño-pez...y lo hice. No me arrepiento, pero no sé si otros se atreverán a descubrir a los jóvenes directores que están haciendo el cine argentino de hoy y de mañana.
G. D.

Loca por las compras: comedia sencilla, "brillante" y con mensaje acertado. Consumismo y vanalidad para que adolescentes y jóvenes reflexionen. Sin pretenciones, un guión con apuntes contundentes sobre esta era light y las compras sin límites. Mensaje: la vida, la felicidad...están en otra parte.

Rescate del Metro 123: una remake con Travolta y Washington. Acción e intriga bien llevadas. Entretiene y está bien filmada. Escenas planificadas y emoción asegurada, en una historia conocida pero que sigue atrapando. Bien su director: T. Scott.