"Gran Torino"...Gran Filme
Eastwood me emocionó y su Gran Torino 72, me trajo recuerdos de otra época, de mi propio pasado. El filme es una excelente cinta, por varios aciertos, por los distintos rubros que se amalgaman gracias a una historia muy bien contada.
Las actuaciones son naturales y sugerentes. Tal vez impostado, a veces, el viejo gruñón de Clint, abre la galería de personajes que conviven en un barrio "tomado por orientales", en este mundo global y decididamente multicultural. Como consecuencias de guerras y "arreglos" políticos de gobiernos, las personas, los grupos familiares más disímiles, se ven obligados a sentir una tierra que no les pertenece; crecer en un poblado ajeno (aunque unos primos -¿paisanos, se decía aquí?- de su propia étnia y vecinos inmigrantes, los rodeen y compartan circunstancias) y situarse emocionalmente en una cultura que no siempre los integra.
"Los jóvenes chinos" son más que correctos. Interpretan, no pasan letran y miradas. Hay composición. Como la de Clint. Ya mayor, dicta cátedra como director y actor. Superado por su talento y trabajo, aquel joven que filmaba títulos del oeste, conformó una filmografía ecléctica, por donde asoma su ética e ideales, una cierta tensión (diálogo) entre tomas y situaciones, entre planos y escenas. Esta dialéctica es la crea suspenso, demoras y ritmos propios, como ya lo hizo en otras películas conocidas en nuestro medio.
Gran Torino, golpea e informa. Nos habla del presente, del desencanto de un hombre que sabe está por morir y de los cambios de un mundo que ignora como relajarse, convivir y dejar de lado la violencia aceptando "lo otro, al otro".
LA RECOMIENDO. ES BUEN CINE. CUENTA UNA HISTORIA CON ARISTAS SINGULARES, HUMANAS Y SOCIOCULTURALES COMPLEJAS, BIEN COMPENDIADAS Y DE FORMA CLARA.
NOS TOMA COMO ESPECTADORES Y TRASLADA A ESE BARRIO Y A LA DESOLADA VIDA OTOÑAL DE UN OBRERO INDUSTRIAL, AMANTE DE LA CERVEZA Y DEL CIGARRILLO, QUE SUPO DE LA GUERRA DE COREA, DE LA MUERTE Y OTRAS VIOLENCIAS.
ESAS MARCAS LO HARAN QUERIBLE, DETESTABLE, UN MAESTRO Y UN ALUMNO. LA RELIGION CATOLICA, RECIBE SU CRITICA, EL ROL DE LOS HIJOS DE PADRES MAYORES, TAMBIEN; LA VECINDAD...UNA MIRADA QUE DEJARA HUELLA.
Gustavo D´Orazio
Eastwood me emocionó y su Gran Torino 72, me trajo recuerdos de otra época, de mi propio pasado. El filme es una excelente cinta, por varios aciertos, por los distintos rubros que se amalgaman gracias a una historia muy bien contada.
Las actuaciones son naturales y sugerentes. Tal vez impostado, a veces, el viejo gruñón de Clint, abre la galería de personajes que conviven en un barrio "tomado por orientales", en este mundo global y decididamente multicultural. Como consecuencias de guerras y "arreglos" políticos de gobiernos, las personas, los grupos familiares más disímiles, se ven obligados a sentir una tierra que no les pertenece; crecer en un poblado ajeno (aunque unos primos -¿paisanos, se decía aquí?- de su propia étnia y vecinos inmigrantes, los rodeen y compartan circunstancias) y situarse emocionalmente en una cultura que no siempre los integra.
"Los jóvenes chinos" son más que correctos. Interpretan, no pasan letran y miradas. Hay composición. Como la de Clint. Ya mayor, dicta cátedra como director y actor. Superado por su talento y trabajo, aquel joven que filmaba títulos del oeste, conformó una filmografía ecléctica, por donde asoma su ética e ideales, una cierta tensión (diálogo) entre tomas y situaciones, entre planos y escenas. Esta dialéctica es la crea suspenso, demoras y ritmos propios, como ya lo hizo en otras películas conocidas en nuestro medio.
Gran Torino, golpea e informa. Nos habla del presente, del desencanto de un hombre que sabe está por morir y de los cambios de un mundo que ignora como relajarse, convivir y dejar de lado la violencia aceptando "lo otro, al otro".
LA RECOMIENDO. ES BUEN CINE. CUENTA UNA HISTORIA CON ARISTAS SINGULARES, HUMANAS Y SOCIOCULTURALES COMPLEJAS, BIEN COMPENDIADAS Y DE FORMA CLARA.
NOS TOMA COMO ESPECTADORES Y TRASLADA A ESE BARRIO Y A LA DESOLADA VIDA OTOÑAL DE UN OBRERO INDUSTRIAL, AMANTE DE LA CERVEZA Y DEL CIGARRILLO, QUE SUPO DE LA GUERRA DE COREA, DE LA MUERTE Y OTRAS VIOLENCIAS.
ESAS MARCAS LO HARAN QUERIBLE, DETESTABLE, UN MAESTRO Y UN ALUMNO. LA RELIGION CATOLICA, RECIBE SU CRITICA, EL ROL DE LOS HIJOS DE PADRES MAYORES, TAMBIEN; LA VECINDAD...UNA MIRADA QUE DEJARA HUELLA.
Gustavo D´Orazio
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