¿Usurpación de Identidad?
El mundo de la política se ha mimetizado -demasiado- con el espectáculo, creyendo que el público (el ciudadano) siempre consentirá, siendo parte de la ilusión, de la magia que suele generarse desde un escenario, cuando el hecho artístico conmueve y convence.
El teatro es sugestión. La actuación, un artificio que traslada a la platea historia y personajes, ya no en busca de autor (citando a Pirandello), sino "cómplices" que, por unas horas, se sumerjan en los planteos del drama. Se vale de diálogos, escenas, una puesta...
El cine, sumando lenguajes, organizará un clima aún más envolvente y cerrado. Ante la pantalla gigante, es difícil resistirse. De todos modos, muchas veces, no se logra incluir al espectador; tornar creíble un suceso, una trama, un personaje.
La TV, por su consideración en baja, por lo cotidiana y previsible, en pocas oportunidades llega a concebir un producto terminado, estético y de trascendencia (hubo excepciones: recuerdo el teatro televisivo de la BBC de Londres; miniseries extranjeras y argentinas, unitarios hoy famosos como olvidados -y archivados-, al estilo de Nosotros y los miedos, Atreverse, Compromiso o Vulnerables)...si hablamos de ficción y dramaturgia...
Teatro y Política, Ciudadanos y Actores, siempre estuvieron relacionados. Desde los griegos hasta la actualidad.
Ahora, creer (como lo señalan algunos medios de comunicación, columnas periodísticas y polémicas desatadas en radio, televisión y la web) que la gente no sabe distinguir entre un actor, un personaje y una persona real, con su DNI, es grave.
De Gran Cuñado (que sí puede influenciar a los votantes por el modo en que presenta a los políticos imitados) paso al caso de Nacha Guevara.
De la sátira política, del humor en tiempos electorales (tan antiguo como bien cultivado por Tato Bores, Enrique Pinti, humoristas gráficos, etc.) llego a esa mutación que muchos se empeñan en presentar como la reencarnación de Evita Perón.
Asumida por la actriz, cantante y bailarina Nacha Guevara (modelo, conductora), en la comedia musical EVA, la que fuera esposa de Juan Domingo Perón, halló un retrato justo y artístico; bello, potente y sincero. No es el musical inglés, ni el filme de Alan Parker con Madonna.Quienes le rinden tributo en ésta, son la propia Guevara, Pedro Orgambide y Alberto Favero: el retrato y el mensaje fue y es otro.
La obra, estrenada hace más de 20 años, volvió en 2009 (con aportes de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires), a producirse y representarse con éxito de crítica y un público constante, pero en baja.
Caracterizada, una vez más, otra vez, como EVITA, Nacha deslumbró por su composición acertada, pasional, y sensible. Si a eso se le suma que, con 69 años, baila e interpreta muy bien las canciones del musical, el hecho artístico se halló garantizado. Soportado, además, en una producción generosa y un entorno profesional y técnico que le volvía a dar, a esta pieza, brillo y nueva vida.
Saldría de gira; tal vez se representaría en España y, muy posiblemente, en Frankfurt, Alemania, en la Feria del Libro, en 2010, en el Pabellón Argentino...todo un acontecimiento y un premio.
Pero Nacha, sorprendió a todos aceptando ser candidata a diputada por el Frente para la Victoria (PJ de Kirchner).
Ella siempre fue una mujer política, de convicciones, pensamiento claro y crítico, con derecho a ser candidata. Lo que torna su decisión incuestionable y atractiva.
Es, originariamente, una artista completa y singular. Cuidadosa, trabajadora y creativa. Quienes la vimos actuar, sabemos que sobre un escenario se entrega por completo, habiendo ensayado, decidido lo mejor y supervisado todo.
Ha hecho cine, teatro, recitales, canciones de protesta, music-hall, comedia musical, televisión, drama, comedia romántica, interpretó tangos; aquí y en el exterior... y no es mentira o fabulación publicitaria: trabajó y vivió (tras un exilio forzado y triste) en varios países del mundo, constituyéndose en mucho más que una bella mujer (que medita y se preocupa por su apariencia) o una intérprete inclasificable y exitosa.
Pensar que Nacha es Eva, entonces, es un despropósito, un delirio.
Si quienes la convocaron creen -o creyeron- ver en ella a la Eva de Perón, están alucinados. Si los medios de comunicación la confunden, también.
Si ella se considera Evita (lo que por el momento no ha pasado), estaríamos ante un caso patológico.
No creo que Guevara busque parecerse al personaje que supo interpretar en el teatro.
El público -el pueblo- sabe de qué se trata.
Si la jugada fue "Nacha es Eva". El engaño, la simulación, ya fue descubierto, porque la propia Nacha sabe que no es sano mentir ni mentirse.
Ella hará lo que pueda, lo que quiera y le dejen hacer. Su carácter e inteligencia le dirán hasta dónde consentirá, hasta donde se impondrá.
El tema se ha parodiado, representado y expuesto. Analizado y exagerado, subestimándonos a todos.
Daba para la caricatura y, por vender, atrajo a diseñadores, dibujantes, prensa, políticos, productores, humoristas, guionistas y espectadores.
Gustavo D´Orazio
1 comentario:
Gracias Gustavo por el Comentario!
Si trato de ser un buen blogger y estar bien informado sobre las elecciones...
El programa nuevo de Lanata en canal 26 esta muy bueno, aunque lo veo mas bien por Internet porque sigo en la facu a la hora que lo pasan...
Bueno también si me hago algo de tiempito intentare hacer una nota para postularla a la Revista Habitadd.
Hasta Luego!
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