INOCENCIA
A Lucas, mi hijo.
Una caricia de hojas detiene al mundo.
Es el otoño.
En mis brazos,
tú duermes el sueño celeste
del cordero inocente,
apenas humedecido -alterado-
por el sollozo de mis ojos.
Una primavera de gloria
anuncia el aroma frágil de la rosa.
Es una rosa nueva que no dará espinas.
En mis brazos,
tú la observas despierto.
No sabes qué es.
Sólo percibes un suave perfume...
a pétalos blancos,
a primavera virgen,
a flores sutiles.
MAGICO ASOMBRO
A Lucas, mi hijo.
Sales a buscarla.
Me llamas.
Como un cachorro tímido,
quieres al cómplice mayor.
La luna es tu aliada.
Majestuosa sobre nosotros,
gobierna el firmamento.
Su luz de oro,
entibia el encuentro.
Es la luna: tu compañía.
Esa que aún no puedes llamar
y esperas cada noche,
para indicarme -con mágico asombro-
su forma amarilla,
en el cielo azul.
A Lucas, mi hijo.
Una caricia de hojas detiene al mundo.
Es el otoño.
En mis brazos,
tú duermes el sueño celeste
del cordero inocente,
apenas humedecido -alterado-
por el sollozo de mis ojos.
Una primavera de gloria
anuncia el aroma frágil de la rosa.
Es una rosa nueva que no dará espinas.
En mis brazos,
tú la observas despierto.
No sabes qué es.
Sólo percibes un suave perfume...
a pétalos blancos,
a primavera virgen,
a flores sutiles.
MAGICO ASOMBRO
A Lucas, mi hijo.
Sales a buscarla.
Me llamas.
Como un cachorro tímido,
quieres al cómplice mayor.
La luna es tu aliada.
Majestuosa sobre nosotros,
gobierna el firmamento.
Su luz de oro,
entibia el encuentro.
Es la luna: tu compañía.
Esa que aún no puedes llamar
y esperas cada noche,
para indicarme -con mágico asombro-
su forma amarilla,
en el cielo azul.
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