Consuelo
Dios, recógenos al final de los tiempos
en un paseo universal,
de clase única
y con ángeles guardianes multicolores.
en un paseo universal,
de clase única
y con ángeles guardianes multicolores.
Donde la magia no culmine
y la luz brille eterna entre los ciegos
y la música entre quienes jamás la oyeron.
Dios, mécenos en una cuna de estrellas
con sábanas de flores
y puntillas de cielo,
hasta que la última trompeta anuncie sus notas
y la espiral del tiempo recomience vigorosa,
a la espera de otro Génesis,
de otro paraíso terrenal,
sin pecado ni Apocalipsis
y donde el manzano no sea
un fruto prohibido.
E S P E R A N Z A
Nunca te abandoné.
¿Por qué no escribirte, entonces,
si es lo que menos hice?.
Nunca te abandoné.
¿Por qué no escribirte, entonces,
si es lo que menos hice?.
Escucho la música,
veo el fuego,
y mi hija corre
-en este frío invierno-
ensayando espontáneos "papá".
veo el fuego,
y mi hija corre
-en este frío invierno-
ensayando espontáneos "papá".
¿Puede pedirse más?.
Escribo estos versos y pienso.
¿Cómo no invocarte,
en una tarde de julio,
si eres tú la que impulsas
cada renglón de mi texto;
cada instante de vida?.
Escribo estos versos y pienso.
¿Cómo no invocarte,
en una tarde de julio,
si eres tú la que impulsas
cada renglón de mi texto;
cada instante de vida?.
Y aunque ese sueño duerma en penitencia,
o, a veces, en silencio me permitas llorar,
nada puedo reclamar.
o, a veces, en silencio me permitas llorar,
nada puedo reclamar.
He sido libre y amado.
¿Cómo no evocarte,
si aún habitas mi ser
y el de quienes quiero?.
¿Cómo no evocarte,
si aún habitas mi ser
y el de quienes quiero?.
G. D. 20 de julio de 2000.
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